lunes, 17 de mayo de 2010

Vienudos con mala onda por Juan


Partimos de Venecia rumbo a Austria, con mucha expectativa por conocer un nuevo país y su ciudad más importante, Viena. Como no podía ser de otra manera, nos acompaño durante todo el viaje, nuestra nueva compañera, la lluvia.

Previo al arribo a Viena, tuvimos nuestras paradas obligadas en los autoservicios, ya sea a tomar un cafecito o simplemente a utilizar los Toilettes. Desde un principio notamos poca predisposición por parte de los empleados de los autoservicios para hacerse entender. De todas maneras, creímos que dicho comportamiento se iba a modificar en cuanto estemos en Viena.

Sorpresa fue la nuestra cuando llegamos al hostel solicitado previamente vía internechi. Nos atendió El primer Vienudo mal predispuesto en nuestra estadía en Viena, un flogger con aires de superado, quien nos explicaba el funcionamiento del hostel como si nos estuviera haciendo un favor y con cara de que no le hagamos preguntas. Tan mal nos cayó este salame que todos coincidimos en que al final de nuestro hospedaje en Viena, deberíamos darle una paliza (quédense tranquilos, no le hicimos nada, aunque todavía estamos a tiempo de fajarlo a la vuelta de Praga).

Instalados en el hostel y con la bendición constante de nuestra nueva amiga, la lluvia, que venía acompaña de otra amiga, el frio, decidimos sacar los pasajes de tren para Praga, en una estación cercana. Aquí conocimos a los segundos Vienudos mala onda, y me estoy refiriendo a todos los empleados que venden pasajes de tren en la estación West Bahnhof. Por Dios!!! Que pocas ganas de laburar tenían esos malditos empleados de venta de tickets!! Me hicieron recordar a los típicos empleados estatales de Argentina. (A tomar con pinzas este mensaje, titi, es empleado publico pero labura mucho, ehh!!) Y ni se te ocurra preguntarle dos veces lo mismo porque te ponían una cara de culo!! Ante esta situación, decidimos comprar los pasajes por internet.

El domingo no tuvo ninguna sorpresa, ya que la compañera lluvia, nos empapo con su manto de agua durante todo el día, impidiendo que podamos recorrer la ciudad como queríamos. Anduvimos girando de bar en bar tratando de que la lluvia afloje, pero como es tan buena compañera, nos quiso acompañar toda nuestra estadía. Por la noche, fuimos a comer a un restaurant cercano al centro, que era atendido por otro flaco con mala onda. Ya a esa altura no nos extrañaba que nos trataran con poca cordialidad.

En resumen, mucha Lluvia, frio, mala onda de la gente, poco movimiento, poco recorrido turístico, etc.

Vienudos, pusimos mucha expectativa en su ciudad, pero lamentablemente, tienen poca onda.

1 comentario:

  1. Quién dijo que titi labura mucho???
    Como jefa suya debo decirles que los ha engañado todo este tiempo, no hace nada!!!!
    tito ni se te extraña aca, está todo al día....buahhhhhhhhhhhhhh...snif...snif...

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