lunes, 24 de mayo de 2010

Una visita obligada en Berlin


Una de las visitas que quisimos hacer ni bien comenzamos a conocer Berlín a través de folletos turísticos fue la visita al campo de concentración de Sachsenhausen. Motivados principalmente por conocer un edificio de un inmenso valor histórico en la historia de Alemania.

Partimos por la mañana con nuestros guías quienes nos supieron conducir a las afueras de la capital Alemana donde se encontraba este museo……si, digo museo porque es así como ellos quieren que lo veamos, un recuerdo a los errores que se cometieron en este país, algo que ellos no quieren olvidar pero si superar para poder crecer en la tolerancia a las diferencias.

Llegamos y nos paramos frente a una maqueta de este lugar, miles de hectáreas dedicadas a la exterminación de personas. Hicimos el recorrido que hicieron los presos que estaban allí, visitamos replicas de sus cuartos, estuvimos en las cámaras de gas donde dejaron sus últimos respiros en los hornos de cremación donde quedaron sus últimos gritos…..es muy difícil de describir los olores, las sensaciones que nos fueron inundando paso a paso. El odio de ciertas personas se materializo de la peor manera e hicieron que la dignidad humana callera lo más bajo posible y eso que el campo donde estuvimos no era la exterminación su principal objetivo.

A medida que transcurría la visita, de unas 3 hs aproximadamente, íbamos mirándonos entre nosotros y era un sola la frase que se repitió a la salida de cada edificación: “…que hijos de puta…”.

Muchas historias y relatos escuchamos durante esto y cada uno de estos superaba al anterior, nos quedábamos sorprendidos ante las atrocidades que se cometieron, de los que colaboraron, de la falta de respeto total hasta con los cuerpos de los muertos, ya que las cenizas de los mismos eran utilizadas para hacer carreteras, este es uno de los ejemplos. No puede haber tanto empeño, tanta inventiva en la destrucción de seres humanos.

Pido perdón por no poder ser claro en mi relato, pero a medida que voy recordando lo que hoy vi y lo que sentí se me hace difícil plasmarlo en palabras.
Pero ante todo esto pienso en un país que hizo de esto un trampolín, son gente que no olvida pero que piensa en un futuro donde ante todo está la libertad y la dignidad humana.

Para todos los que alguna vez fueron víctimas de cosas como estas y otras tantas…..nuestros más sinceros respetos.

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